Every day in Austin ISD schools, we teach our kids that our founding documents hold their equality under the law as a self-evident truth and that every last one of them has unalienable rights, among which are life, liberty, and the pursuit of happiness. Our job as educators is to prepare every student, every day with what they need to thrive in a world that too often falls short of the founders’ promise. Yesterday, our students saw that promise kept with a measure of justice in an often unjust world. It is my hope that every student takes that as proof of how they can make our world a more just, more equitable, and more peaceful place.
In every tragedy there are heroes, and in George Floyd’s murder there was one whose name I want every Austin ISD student to learn by heart. Her name is Darnella Frazier. On the day of George Floyd’s murder, she was walking her cousin to a convenience store when she saw the four officers arresting Mr. Floyd. She made sure her cousin was safe inside the store before going out and filming Mr. Floyd’s murder. If she had not uploaded that video to Facebook, we would never have known George Floyd’s name, and his family might never have received justice. When Darnella Frazier filmed that murder, she was a 17-year-old Black girl in America, and she took what power was available to her, and because of her steady hand, quick thinking, courage and compassion, the actions of one girl no different than any Austin ISD student led to justice. Darnella Frazier is a hero that every Austin ISD student can look up to.
Today, Austin ISD public schools recommit to ensuring that equity and racial justice serve as our North Star, and I vow to do my part. We take solace in the measure of justice served yesterday and recognize that tomorrow we still have work to do to ensure that our students enter a society that values every one of them and a world where there is equal protection under the law not just on days like yesterday, but every day.
Stephanie Elizalde, Ed.D.,
Superintendent
Todos los días en las escuelas del Austin ISD, enseñamos a nuestros niños que nuestros documentos fundadores mantienen su igualdad ante la ley como una verdad evidente y que cada uno de ellos tiene derechos inalienables, entre los cuales están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. Nuestro trabajo como educadores es preparar a cada estudiante, cada día con lo que necesitan para prosperar en un mundo que a menudo se queda corto de la promesa de los fundadores. Ayer, los estudiantes vieron esa promesa cumplida con una medida de justicia en un mundo a menudo injusto. Tengo la esperanza de que cada estudiante lo tome como prueba de cómo pueden hacer de nuestro mundo un lugar más justo, más equitativo y más pacífico.
En toda tragedia hay héroes y en el asesinato de George Floyd hubo una cuyo nombre quiero que cada estudiante del AISD se aprenda de memoria. Su nombre es Darnella Frazier. En el día del asesinato de George Floyd, ella estaba caminando con su prima hacia una tienda cuando vio a los cuatro agentes arrestando al Sr. Floyd. Se aseguró de que su prima estaba segura dentro de la tienda antes de salir y filmar el asesinato del Sr. Floyd. Si ella no hubiera subido el video a Facebook, nunca hubiéramos conocido el nombre de George Floyd y su familia nunca hubiera obtenido justicia. Cuando Darnella Frazier filmó ese asesinato, ella era una niña de raza negra de 17 años en los Estados Unidos que utilizó el poder que tenía disponible y debido a su mano firme, pensamiento rápido, valor y compasión, las acciones de esa niña que no es diferente de cualquier estudiante del AISD condujeron a la justicia. Darnella Frazier es una heroína que todos los estudiantes del Austin ISD pueden admirar.
Hoy, las escuelas públicas del Austin ISD nuevamente se comprometen a garantizar que la equidad y la justicia racial nos guíen como nuestra Estrella del Norte y yo prometo hacer mi parte. Nos consuela la medida de justicia obtenida ayer y reconocemos que mañana todavía tenemos trabajo por hacer para asegurar que nuestros estudiantes entran en una sociedad que los valore a cada uno de ellos y en un mundo donde exista igual protección bajo la ley, no sólo en días como ayer, pero todos los días.
Stephanie Elizalde, doctora en Educación
Superintendente